
Varias noticias de estos días me impulsan a escribir este artículo sobre la importancia de la colaboración en orientación educativa.
Como padres nos pasamos la vida recordando a nuestros hijos que hay que saber compartir y convivir. Como trabajadores tenemos que saber (y querer) trabajar juntos. Como profesores nos pasamos el tiempo enseñando y evaluando el compañerismo, el trabajo en equipo, la cooperación, la socialización,…
Como orientadores…
La propia estructura organizativa de secundaria nos hace estar aislados de otros orientadores, ya lo he dicho varias veces: creo que nunca trabajaré con otro orientador en mi centro, y no será por falta de necesidad.
Con respecto al trabajo conjunto con orientadores de otros centros, mi experiencia ha ido a menos. En mis inicios como orientador de secundaria en Andalucía, me convocaban a reuniones mensuales en un pequeño equipo de personas y, a principio y final de curso a unas generales de toda la provincia. Posteriormente, se redujeron sólo a mensuales en pequeños o grandes grupos.
Hace poco, esas reuniones de coordinación entre orientadores no se debían considerar importantes ni parte de nuestro trabajo porque pasó a ser algo voluntario y fuera de horario laboral. Sólo, en algunas ocasiones, y venidas a menos en tiempo y contenido, nos convocaban a reuniones provinciales.
Hace muy poco he confirmado mis sospechas desde final del curso pasado: ni se potencia ni se oferta la posibilidad de trabajar en pequeños grupos. Sólo queda el “yo me lo guiso, yo me lo como” con la tan recurrida “formación autónoma” a expensas de ser gestionada por uno mismo y aprobada por alguna comisión. ¿Pero en qué organización se deja al trabajador crear y decidir su propia formación?
Si perdemos estos encuentros, perdemos nuestra identidad.
Sólo nos queda luchar por esos mínimos encuentros, cursos, asociaciones, congresos,… a costa de nuestro voluntarismo, esfuerzo y ganas. Creo que es esencial conocernos, aprender, debatir, reflexionar, compartir, trabajar, crear… todos juntos, cara a cara.
Lo necesita nuestro trabajo. Un trabajo complicado por la diversidad de ámbitos y tareas. Un trabajo en continua actualización por las continuas reformas, publicación normativa, nuevos recursos y avances científicos.
En otras ocasiones y sitios también he hablado de la importancia de las TICs, de las redes sociales, blogs, hangouts, correos, nubes que nos permitan compartir trabajo,… Creo que es un espacio que nos puede facilitar esta cuestión, a pesar de otras opiniones que entiendo perfectamente (véase el artículo de Víctor Cuevas, referente obligado en este campo).
No perdamos esos pequeños momentos, espacios, encuentros,… que podamos crear ante un perfil profesional cada vez más aislado.
.
.
.
.
Me gusta:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Posted on 4 septiembre, 2014 at 08:36 in Reflexiones | RSS feed
|
Responder |
Trackback URL